La medicina biológica es un método de tratamiento natural para curar enfermedades. El método consiste en reforzar el mecanismo del cuerpo de manera natural, creando defensas propias para la curación, y es muy aceptado debido a la alta preocupación de algunas personas por los riesgos que pueden ocasionar los medicamentos químicos.
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Carlos Escobar, un médico de profesión desde 1999, obtuvo su especialidad como médico cirujano en el hospital militar de San Miguel y continuó su profesión como Jefe de cirugía del hospital de San Francisco Gotera en el departamento de Morazán. Ejerciendo su profesión notó el alto número de pacientes afectados por artrosis de rodilla, enfermedad que llamó mucho la atención del doctor, ya que el método de curación tradicional basado en un analgésico y antiinflamatorio no resultaba ser un tratamiento eficaz para erradicar el dolor.
Para el doctor, el medicamento recetado comúnmente no resolvía el problema de desgaste del cartílago de las articulaciones de la rodilla (artrosis de rodilla), por lo que inició sus investigaciones en la medicina biológica, encontrando soluciones y tratamiento que sí solucionaban el problema del del desgaste de los cartílagos en los pacientes que causa el dolor.
Con su esfuerzo, logró especializarse gracias a un convenio entre la Universidad de El Salvador y el apoyo de una universidad de Alemania. A partir de ese momento han pasado 15 años que se dedica a la Medicina Biológica, especialidad que le permitió crear su propio centro de medicina biológica para el tratamiento del dolor.
Su primera clínica fue en Ciudad Merliot, en Santa Tecla, pero con el paso del tiempo su fama fue creciendo y se trasladó a su nuevo local donde funciona el Centro Médico Shekina, ubicado en la colonia San Fernando en las cercanías del Bulevar Los Héroes en San Salvador.
En el Centro Médico ofrece servicio de laboratorio clínico, para que los pacientes puedan realizarse sus análisis clínico sin salir y regresar al lugar, una manera muy segura para conocer resultados de inmediato. El laboratorio cuenta con profesionales responsables de obtener las muestras de sangre de donde se extrae el plasma (líquido transparente y ligeramente amarillento) del que se compone más del 50 por ciento del volumen de sangre.
Para el doctor del dolor, su empatía le permite comprender a los necesitados y a los dependientes del dolor, y sentir piedad por ellos. Es por eso que varias personas confían en este procedimiento y acuden a su clínica para poder realizarse las terapias con plasma sanguíneo que son inyectados directamente en la rodilla, ayudando naturalmente al cuerpo a regenerar el cartílago, función que hace que los huesos de las rodillas no se fraccionen y esto produce ese dolor intenso.
“Es satisfactorio ver los beneficios y resultados en los pacientes, ellos se dan cuenta que es un método eficaz a largo plazo para eliminar el dolor” expresa el doctor Carlos quien en su consultorio y salas de espera muestra una gran cantidad de títulos otorgados por sus estudios y conocimientos de Medicina Biológica, dando confianza de ser todo un profesional.