Lucy como la conocen sus familiares y amigos, es una mujer que encontró en su pequeño negocio – elaboración de bolsos a base de manta con yute, monederos y demás accesorios- una forma de obtener más confianza en sí misma.
Bolsos de manta combinados con tela de yute y con diferentes estampados, topes de puerta, muñecas de trapo, monederos, toalleros y otros accesorios para el hogar, son parte de lo que ofrece esta emprendedora en su negocio Lucy´s que por ahora se promociona a través de redes sociales.
La emprendedora, pasó la mitad de su vida entre telas, agujas y botones y junto a su mamá, que cuenta con un negocio de casi 30 años en el que ofrece telas, materiales para costura, recuerdos para toda ocasión, así como centros de mesa.
Lucy siendo la mayor de dos hermanas se quedó a su lado en la tienda y aprendió no solo a coser, sino todos los secretos de montar un negocio.
Sin embargo, hace cuatro años la emprendedora comenzó con su pequeña venta ya de manera independiente y con la ayuda de Dios, dispuesta a emprender nuevos caminos.
“Fue una etapa dura, como todo comienzo en la vida llena de obstáculos e incertidumbres pero decidí que tenía que hacer algo por mí misma, aunque no me sentía capaz, comencé poco a poco y creé el emprendimiento y sostenerlo yo sola me dio la paz que tanto necesitaba” cuenta Lucy.
Con hilos y agujas no solo fue creando hermosos bolsos de manta y muñecas de trapo, sino también iniciando una marca y reconocimiento en nuestro país como Lucy’s ( Luce a la Moda Lo Nuestro) recobrando sus energías, ahora dice, se siente más fuerte y segura.
Lucy que se graduó de Mercadotecnia de una universidad privada, carrera que no ejerció, pero ahora con el emprendimiento encontró otra forma de obtener ingresos lo que ha permitido adquirir maquinarias y herramientas para dicho proyecto.
Todavía no obtiene las ganancias que quisiera pero, asegura, que al menos nunca le ha faltado para subsistir y seguirá apostando por el negocio porque todos los beneficios personales que ha adquirido gracias a este.
Ella expresa que crecer no ha sido fácil pero que ha encontrado en el camino “ángeles” que le han permitido abrirse camino.
“Yo comencé vendiendo poquito entre amigas pero quería participar en ferias de emprendedores, porque no conocía ese mundo. Un día llegué a una feria de YoHago y conocí a doña Rocío de Simán, la líder de esta iniciativa, y con miedo y todo me le acerqué me sorprendió su accesibilidad, le comenté lo que hacía y ese mismo día me abrió muchas puertas », recuerda.
También ha contado con el apoyo de una buena amiga que vive en la ciudad de Suchitoto en cuanto a las costuras, cuando la demanda de sus productos crece.
Ahora, sigue participando cada vez que puede en mercaditos y continúa capacitándose porque está convencida que debe innovar y ofrecer algo con un valor propio, y un toque diferente es clave.
“Yo he tomado muchos cursos de manualidades con el apoyo de Insaforp, porque pienso presentar diferentes productos y diseños cada día y combinar materias primas. Ahora también hago carteras y accesorios de morro”, comento ella.
Hasta antes de la pandemia Lucy visitaba ferias y mercaditos y en los tiempos más duros y con ventas a cero fue apoyada por familiares. “Dios cumple su promesa Nada te Faltará y Nada es nada”, dice convencida.
Por ahora su sueño es montar una tienda física, pero debe primero obtener suficientes ingresos para lograrlo.
“Cuando monté el negocio tenía muchas dudas de no ser capaz de hacer algo por mí misma, pero cada reto me ha dado más fuerza y este negocio me ha ayudado a ocupar mi mente generando ingresos y sobre todo, me ha dado paz y mucho orgullo y en esto «quiero seguir”, expresó.