Es una de las voces más reconocidas del ámbito radial y lleva más de 35 años como periodista, 30 de los cuales ha hecho carrera en una de las emisoras de mayor trayectoria y ranking del país, “la Poderosa YSKL”. Aunque ahora es la directora de noticias, su pasión por la carrera sigue latiendo como el primer día.
La primera de siete hermanos, cuatro mujeres y tres varones, Nery Mabel Reyes nació y se crió en la cálida ciudad de Jiquilisco en Usulután y fue su abuela doña María Antonia, quien le enseñó las primeras letras y también le heredó ese carácter fuerte y luchador que la caracteriza.
De niña primero quiso ser abogada, pero se graduó de maestra- influenciada por su padre que trabajó para el magisterio- pero lo cierto es que la sangre de periodista corría en sus venas desde muy niña y sobre todo, el periodismo radial.
No lo sabía, pero los micrófonos ya estaban escritos en su historia de vida. Los conoció primero recitando a Gustavo Adolfo Bécquer y a Alfredo Espino. Le encantaba la poesía y aprendió a declamar desde muy niña y era la primera en la fila cuando de recitar frente a un micrófono se trataba.
Ya adolescente escuchaba junto a sus abuelos las noticias de la radio y luego compraba el periódico y se sentaba a leerles en voz alta los sucesos más importantes del día, sin imaginar que ya se estaba entrenando para su verdadera vocación.
A mediados de los ochenta y mientras estudiaba profesorado y ya convencida de lo que quería, se inscribió también en la carrera de periodismo en la universidad de San Miguel, eran tiempos turbulentos para el país y debió convencer a sus padres para que la dejaran seguir ambas carreras.
Se graduó de maestra y ejerció un año como docente en centros privados de enseñanza. Luego de concluir su profesorado, convenció a sus padres de permitirle continuar sus estudios de periodismo en la capital.
Nery reconoce que venir a San Salvador fue toda una aventura, porque ella apenas visitaba la capital dos veces al año cuando se realizaban ferias internacionales. Se quedó de pupila junto a otros estudiantes del interior que como ella, soñaban con convertirse en profesionales.
“Me vine como muchos del interior a un pupilaje donde una enfermera que era bien estricta. Le dimos los horarios y teníamos normas para llegar y salir. Poco a poco fui aprendiendo la ruta de la casa a la universidad y me fui quedando”, rememora la experimentada comunicadora.
A mitad de la carrera, los maestros de Nery ya la recomendaban para hacer prácticas en varias de las radios del país. No le pagaban, debía hacer los enlaces a través de un teléfono público, pero esos primeros pasos, asegura le proporcionaban emociones que todavía revive.
Tres décadas en la YSKL
Unos meses después de que el país había sido golpeado por la Ofensiva de 1989 y con apenas 23 años, Nery Mabel consiguió por fin una plaza remunerada en la que era y sigue siendo una de las emisoras de noticias más importantes del país, la radio YSKL.
“Cuando me dieron la plaza recuerdo la alegría que tenía, me asignaron la cobertura de sindicatos, Tutela Legal y los Juzgados, cubría marchas y todo eso, andaba en bus y con una grabadora de casette, despachando desde un teléfono público, tocaba improvisar”, contó la periodista.
Dos años más tarde Nery se convirtió en mamá de Nancy Marisol y asegura que fue duro combinar su profesión de mamá con el de reportera. La niña, recuerda, se pasaba la mayoría de los turnos en la radio, junto a su mamá .
Hoy ya con su hija adulta, que por cierto se graduó de abogada, Nery agradece que puede compartir tardes enteras viendo películas o conversando, pero eso sí, no hablan de las noticias.
A lo largo de treinta años en la radio YSKL Nery cubrió todo tipo de hechos y le ha tocado entrevistar variedad de personajes, pero uno de los sucesos que más la marcó fueron los terremotos de 2001.
“Transmitimos hasta pasadas las diez de la noche, tenía los enlaces telefónicos, no había la dimensión moderna de hoy, los corresponsales hablaban de personas soterradas y a la salida me fui a recorrer la zona sur de San Salvador y cuando vi lo que había pasado me quebré emocionalmente”, recordó.
Ahí, como en muchas otras ocasiones, Nery valoró aún más la responsabilidad que como comunicadora tenía y el papel que la radio jugó en tragedias como esa.
“Lo que pudimos hacer desde el periodismo fue tan valioso, cuánta gente encontró a sus familiares gracias a informes que transmitió, la gente agradecía porque no teníamos esa difusión de tecnología de hoy, se aferraban a la radio, no olvido la satisfacción personal que sentí de cómo servimos”, explicó.
Ese es precisamente el reto más importante que tienen los periodistas actuales y las generaciones futuras, advierte la comunicadora, el informar con credibilidad, apegados a la verdad y sirviendo con responsabilidad a las audiencias.
“Creo que hemos avanzado en cuanto a nuestro ejercicio profesional con cierto nivel de garantías, pero cada momento histórico es diferente y hay señales que nos alertan. Debemos cuidar la libertad de prensa por la que hemos trabajado. Los periodistas debemos seguir poniendo todo el empeño con las fuentes de información, buscar un contexto más enriquecido, dar la mayor cantidad de información para que la gente saque sus propias conclusiones, eso genera credibilidad”, expresó la comunicadora.
Hoy Nery es la directora de noticias de la radio, tiene a cargo 9 periodistas en San Salvador y seis corresponsables en las principales ciudades del país, se encarga de organizar la pauta, produce el noticiero del mediodía y pasa conectada actualizándose todo el día y aunque su principal tarea es dirigir, no suelta los micrófonos.
La periodista inicia su jornada diaria a las 5:30 de la mañana, narrando el primer noticiero de la radio y no para hasta el final de la tarde.
“Leo el noticiero de las 5:30 am y conduzco el programa de entrevistas Punto de Vista a las 7 de la mañana, después organizo a los periodistas del departamento de prensa, pero paso redactando todo el día y produzco el noticiero del mediodía. No puedo dejar todo eso, mantenerme en la cabina me permite estar al día y me retroalimenta”, comentó la periodista, que ama la playa y los mariscos.
La reconocida comunicadora asegura que la tecnología ha sido un desafío para ella, pero siempre ha trabajado para actualizarse y la empresa donde labora, dice, le ha dado todas las oportunidades.
“La KL es una empresa donde yo me pude realizar profesionalmente, juega mucho que uno sienta que su trabajo es valorado. La radio tiene una gran trayectoria y reconocimiento y trabajar ahí es un orgullo, yo me siento respaldada y eso me estimula a seguir trabajando duro”, concluyó.