En el marco del Día Internacional de la Juventud, que se conmemora el 12 de agosto, seis jóvenes salvadoreños expresan su deseo de abrirse espacios en un país más inclusivo, más seguro y con más fuentes de empleo y en el que se priorice el cuidado del medio ambiente y se promueva el arte.
“Un país menos inseguro”, “Un El Salvador más limpio y sin basura en las calles”, “Que exista más espacios para la educación, el arte y la música”, esos son los deseos de seis jóvenes salvadoreños que expresaron su anhelo de poder vivir en una nación más inclusiva, con mayores fuentes de trabajo y sobre todo menos violenta.
Los salvadoreños, algunos estudiantes universitarios y otros recién graduados, mantienen el anhelo de que el país mejore, la economía se estabilice y se pueden generar más empleos sobre todo para los jóvenes.
El cuidado del medio ambiente fue una de las principales preocupaciones, la mayoría aseguró que lo que más les gusta de El Salvador son sus lugares turísticos, sin embargo, para todos, se necesita un esfuerzo mayor, tanto del gobierno como de las autoridades municipales para mantener limpias las ciudades y pueblos.
“Estamos deteriorando los recursos naturales y me gustaría cambiar las políticas para el cuidado del medio ambiente para mejorar en esas áreas”, dijo Esmeralda Sáez, de 40 años y quien trabaja como maestra.
Para Iveth Maravilla, universitaria de 24 años, la mayor preocupación es la inseguridad que se vive en varios puntos del territorio.
“Acá uno no es del todo libre, no puede ir a determinados lugares por el hecho de ser joven, puede entrar a ciertos sitios, pero a otros, es muy peligroso. Sería perfecto que pudiéramos movernos con libertad”, dijo la joven.
Iveth dijo que se debe apostar más por los jóvenes y por cuidar el medio ambiente, impulsar la reforestación y llegar a los municipios pobres que están olvidados y necesitan hasta los servicios más básicos.
Por su parte Tulsi Marroquín de 26 años señaló que le encanta El Salvador porque tiene lugares espectaculares para visitar, pero la inseguridad y sobre todo las pandillas, son aspectos que deberían erradicarse.
Melvin Sánchez, de 27 años y graduado de fisioterapia, también coincidió con ella y aseguró que lo que menos le gusta del país son precisamente las maras y la inseguridad que generan y eso, dice es lo primero que cambiaría, si en sus manos estuviera.
“Me gusta la buena vibra de las personas, en todos los lugares hay gente buena y hay muchos paisajes bonitos, pero no me gustan las pandillas, la delincuencia que se vive a diario, lo cambiaría por más arte, más música, más educación”, explicó el joven.
César Velásquez de 25 años destacó la amabilidad de los salvadoreños, siempre dispuestos a ayudar y apoyar a otros, como lo que más le gusta de vivir en el pulgarcito de América.
Tanto él, como el resto de los jóvenes con quienes se conversó coincidieron en que son los habitantes de este gran país, con sus valores como la solidaridad, el trabajo duro y las ganas de salir adelante, lo que hacen fuerte a esta nación y lo que le permiten que se mantenga en pie.