Invitada al Encuentro Internacional de Empresarios Salvadoreños ENIDES 2021, organizado por ANEP, Mari Carmen Aponte, exembajadora de Estados Unidos en El Salvador expresó el importante papel que el sector privado tiene para atraer la inversión de la diáspora hacia el país y cómo juntos pueden diseñar estrategias que permitan aprovechar el profundo interés que el nuevo presidente de EE.UU. tiene por Centroamérica.
Mari Carmen Aponte, exembajadora de Estados Unidos en El Salvador y ponente en el Encuentro Internacional de Empresarios Salvadoreños, ENIDES,
expresó sus proyecciones sobre el impacto que podría tener la nueva administración Biden para Centroamérica y en especial para el Triángulo Norte.
En su ponencia “Impacto en la institucionalidad democrática del Plan Biden para El Salvador y el Triángulo Norte”, la diplomática destacó el papel de la empresa privada y lo calificó como un sector importantísimo en este nuevo giro político que está tomando no solo El Salvador, sino el Triángulo Norte.
La funcionaria también detalló el profundo interés que el presidente estadounidense ha mostrado por la región, interés que existe mucho antes de que él se convirtiera en presidente y contó parte de todo el trabajo que el ahora inquilino de la Casa Blanca ha realizado desde que era senador en los noventa y luego vicepresidente durante la administración de Barack Obama.
Según la funcionaria, Biden está convencido que hay retos en la región, desafíos ambientales, políticos, económicos y de seguridad. “Muchos de estos retos se agravan, entre ellos la violencia a las pandillas, la inseguridad, niveles altos de deuda pública, pobreza, desastres naturales, corrupción, crecimiento económico insignificante y por último inmigración indocumentada y el COVID, como uno de los más graves”, advirtió Mari Carmen Aponte.
A juicio de la diplomática, la reducción de la migración indocumentada del Triángulo Norte a Estados Unidos es una de las prioridades del presidente Biden y para ello buscará atender y mejorar las situaciones que motivan a las personas a salir de sus países y emigrar hacia el norte.
Para la funcionaria, Biden podría adoptar en su plan de gobierno unas medidas clave para lograr lo anterior. “El plan tendría que atacar la corrupción endémica, mejorar la seguridad y el estado de derecho, movilizar la inversión privada en la región y priorizar la reducción de pobreza”, explicó la funcionaria.
Aponte insistió que el tema de la corrupción es vital para la administración Biden, pero ha sido una preocupación que el político siempre ha manifestado
El papel del sector privado
De acuerdo a la funcionaria el plan de Biden posee una fuerte una estrategia para aumentar la inversión y es ahí donde el sector privado es clave.
“Recientemente el presidente declaró, y cito: “solamente la inversión internacional, por más generosa que sea, no será suficiente para estimular el tipo de actividad económica que el pueblo de Centroamérica necesita para construir una clase media segura y estable. Al final las economías crecen sustentablemente solamente atrayendo más inversión privada de fuentes internacionales y de sus propios ciudadanos dispuestos a invertir en sus países” cierro la cita”, explicó la exembajadora.
La funcionaria destacó la urgente necesidad del actual presidente de EE.UU. en trabajar para potenciar la inversión económica. “Quiere trabajar con los bancos de desarrollo, con el BID y el Banco Mundial para desarrollar infraestructura y promover inversión extranjera, reducir barreras para la inversión privada, ayudando a fortalecer el estado de derecho y mejorar la competitividad del mercado en el Triángulo Norte, modernizando y estandarizando procedimientos aduaneros”, explicó.
El nuevo presidente también quiere evaluar si los países de Centromérica respetan los compromisos bajo el Tratado de Libre Comercio, CAFTA (por sus siglas en inglés), también quiere el plan un área para reforzar el sector de microfinanzas e inclusión con prioridad a programas que empoderan a las mujeres.
Además enfocar esfuerzos de desarrollo económico que modernicen las redes eléctricas del de los tres países, puertos y carreteras, para que la industria pueda competir más eficientemente.
“Está claro que la administración Biden entiende que tiene que trabajar con la sociedad civil y la empresa privada. Por eso esas conversaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y los del Triángulo Norte, la sociedad civil y la industria privada toman una importancia crítica, mi sentir es que esta administración va a exhortar estas conversaciones para que se lleguen a entendimientos en todos los sectores”, dijo la funcionaria.
“El sentido común y la experiencia me dicen que temas de gobernanza y de transparencia y responsabilidad pública, son asuntos que requieren aliados y consenso, yo exhortaría a ANEP a que esté pendiente para que se conviertan en actores principales en estas conversaciones. Quiero que recuerden, los gobiernos del Triángulo Norte no son los únicos aliados de los Estados Unidos, la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, la empresa privada juegan un papel de suma importancia”, concluyó.