El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, BID y uno de los ponentes de Diálogo Empresarial 2020 aseguró que la región tiene un enorme potencial para atraer inversión, pero debe hacerlo de manera conjunta y potenciando sectores como el de manufactura y de servicios.
Mauricio J. Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo BID desarrolló la ponencia “Nuevas Oportunidades para el sector privado en la región” y destacó el potencial que tiene Centroamérica y el Caribe para atraer inversión.
“Estamos convencidos que si tomamos las decisiones correctas en los próximos meses podemos salir con unas economías más robustas con más inversión, más productividad y más empleo”, dijo
“Una de las principales oportunidades para Centroamérica es el “nearshore» (enviar trabajo o invertir en un país con el que se comparte frontera, facilitando la comunicación), nuestros países se pueden convertir en atractivos para la reubicación de cadenas de producción, de manufacturas y de servicios”, explicó el presidente del organismo multilateral.
El presidente del BID aclaró que estas oportunidades se presentan porque a nivel global se está presenciando una reconfirmación de las cadenas de valor a medida que las empresas buscan reubicar su producción en lugares más próximos a los mercados de consumo, en ese marco el «nearshore» supone la atracción para fortalecer las cadenas de valor y estas cadenas a su vez generan empleos formales, mayor inversión y el ciclo virtuoso que nuestros países necesitan”, explicó.
Para dimensionar el término «nearshore», el presidente del organismo multilateral explicó que este no solo involucra a inversión extrajera directa cuando por ejemplo una empresa abre o expande una sucursal, también se trata de nuevos proveedores que se integran a nuevos suministros ya sea que la producción ocurre en ese mismo país o en otro, dijo.
“El «nearshore» puede contribuir a aumentar la inversión, la producción y el empleo incluyendo de forma particular a las pequeñas y medianas empresas”, aseguró Mauricio J. Claver-Carone .
El presidente del BID insistió en el enorme potencial que tiene América Latina y el Caribe para atraer este tipo de inversión y citó estudios recientes de ese organismo que muestran que más del 75% de las empresas estadounidenses con fábricas en Asia han decidido o están considerando trasladar parte de sus operaciones a otros países.
“El fenómeno ya está en marcha las producciones de manufaturas estadounidenses desde China disminuyeron un 17% en 2019 un cambio equivalente a 90,000 millones de dólares, países como México han absorbido alrededor del 15% de estas importaciones”, explicó.
Las oportunidades son concretas, insistió el economista y citó datos del organismo que representa hay al menos tres sectores con un inmenso potencial para la región: los textiles en que las importaciones hacia Estados Unidos desde Asia acumulan más de 4,500 millones de dólares por año, los conductores eléctricos que representan más de 400 millones de dólares anuales de importaciones de Estados Unidos desde Asia y los servicios basados en conocimiento para los que la región tiene una importante propuesta de valor muy atractiva para importar a los Estados Unidos.
“Los países de Centroamérica se encuentran en una posición privilegiada en el corto plazo para obtener ganancias rápidas en el sector de instrumentos médicos y de precisión y el de los plásticos, la región se halla en una posición excelente para capitalizar esta oportunidad, su ubicación geográfica, su población joven y su red de acuerdos comerciales puede ayudar a conducir a un nuevo capítulo de desarrollo que genere oportunidades y empleo para quienes más lo necesitan”, insistió el presidente del BID.
Sin embargo advirtió que capitalizar esta gran oportunidad no es automático, sino que requerirá de un esfuerzo conjunto de las empresas y los países, dijo.
“Debemos trabajar en conjunto con los representantes del sector privado y a las empresas para aumentar su productividad y fortalecer el desarrollo de capital humano calificado y mejorar los estándares de calidad, el Dialogo Empresarial que se está desarrollando ofrece un vehículo concreto para que el sector privado se comprometa con esta agenda y trabaje junto a los gobiernos para ejecutarla”, acotó el funcionario.
“Los convoco a trabajar juntos para formar una nueva y mejor normalidad en la región, una normalidad en la que los países de América Latina y el caribe sean el destino más atractivo para el new shore que nuestras economías crezcan y los ciudadanos cuenten con más y mejores oportunidades” concluyó el presidente del BID.