Con apenas 25 años este joven artista ha montado junto a un amigo un emprendimiento creativo que aspira a convertirse en una sólida agencia de publicidad, se llama “Hey Creative Studio” y nació hace cinco meses. Su primer cliente fue un bufete de abogados con sede en Qatar, ahora tienen otro estadounidense y uno salvadoreño, y buscar crear más proyectos que mezclen la publicidad, la fotografía y el arte, bajo el lema “ideas que hacen ruido”.
REDES SOCIALES
Instagram: @heycreativestudio IG
Facebook: Hey Creative Studio
Web: www.heycreativestudio.com
Rodrigo es egresado de la carrera de diseño gráfico de una universidad privada y además de ser un apasionado de los collages manuales o digitales, ama el arte, la publicidad y todo aquello que, siendo disruptivo y a la vez simple, permita atraer la atención de la gente.
Su emprendimiento se llama Hey Creative Studio, ofrece publicidad sobre todo en redes sociales, fotografía y diseño gráfico, relanzamiento de marcas, entre otros servicios, lo creó junto a su amigo Roberto Escamilla, un arquitecto que reside desde hace 4 años en Estados Unidos, lo que les ha facilitado la búsqueda y conquista de clientes extranjeros.
Rodrigo trabajó antes en dos agencias de publicidad pero a mitad de 2020 y debido a la crisis por la pandemia COVID 19 se quedó sin empleo y junto a Roberto comenzaron a pensar en hacer algo juntos y dieron vida a este emprendimiento al que Rodrigo todavía no aspira a llamar agencia.
“Solo somos un par de cheros que coincidimos en un proyecto que busca generar ideas que hagan mucho ruido”, lo resume y asegura que, aunque es un negocio incipiente él le apuesta todo para hacerlo crecer.
El joven reconoció que mantener el estudio no ha sido una tarea sencilla, sobre todo porque él ya consiguió empleo y Roberto también tiene el suyo, así que deben combinar su trabajo formal con el emprendimiento, en el que ya tienen contratados dos jóvenes talento.
“Creo que la disciplina y el orden, al menos en mi caso, han sido clave, yo ordeno todo lo que hay que hacer, estableciendo prioridades. Una persona que se levanta tarde o le gusta desvelarse le costaría más, yo fui criado entendiendo que si quería algo debía luchar por ello”, contó.
A Rodrigo lo criaron cuatro mujeres, su mamá Victoria y sus tres tías abuelas que asegura orgulloso, lo convirtieron en el hombre que hoy es.
“Creo que lo más bello que me ha podido dejar el haber sido criado solo por mujeres es el amor por el trabajo que me lo enseñó mi mamá. Trabajar duro todos los días por alcanzar metas y a ser responsable y entregar a tiempo, lo aprendí de mi tía Toya.
A amar los animalitos y cuidar a mi familia fue el legado de tía Mary y su Tía Rosa, la única que aún vive, le inculcó el amor a leer, a educarse y a seguir preparándose.
A sus 25 años, Rodrigo es un joven que habla con propiedad de lo que quiere y dice sentirse optimista de que pese a los obstáculos que encuentre en el camino, podrán crecer junto a Ricardo como publicistas y además conectar a más emprendedores, sobre todo jóvenes que tienen talento, pero necesitan asesoría para proyectarse.
“Aspiramos a crear más alianzas para seguir apoyando emprendedores, tenemos historias que compartimos en nuestras redes sociales y un blog con temas que nos interesan como emprendedores. De YoHago- iniciativa local que apoya a más de 2,000 emprendedores salvadoreños- hemos aprendido que no importa si eres grande o chico, hay que apoyarse mutuamente para crecer todos”, añadió el joven.
El emprendedor dice que él y su socio buscan que el estudio creativo se convierta en una agencia sólida y con clientes de renombre, también anhelan que quien los contrate se sienta orgulloso y satisfecho de trabajar con ellos.
“Es un camino largo, pero vamos trabajando para lograr alcanzar nuestras metas. Nosotros no nacimos producto de un mercado hiperinflado, muchas agencias digitales salieron en tiempos de pandemia, pero nosotros desde el día uno aspiramos a algo distinto, generar ideas simples, que lleven contenido pero que con lo mínimo generen un impacto en la gente, que hagan mucho, mucho ruido”, concluyó Rodrigo.