Consultores de Centroamérica y El Caribe, S.A de C.V., CONDECA, nació hace 25 años, hoy convertidos en Grupo CONDECA, de la mano de Emilio Eddy Henríquez, un experimentado asesor de seguros y consultor empresarial y su esposa Verónica. Juntos invirtieron el 100% de sus ahorros y se lanzaron a crear una empresa de corretaje de seguros y consultoría empresarial especializada, que hoy está presente en cuatro países de Centroamérica, posee dos líneas de negocio más y sigue con planes de expandirse.
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“Doblar rodillas, en lo bueno y en lo malo”, así resume don Emilio Henríquez el éxito de su compañía que comenzó hace 25 años junto a su esposa Verónica y sus dos hijos en ese entonces adolescentes, Julio Ernesto y Emilio junior, hoy director ejecutivo y gerente de operaciones, respectivamente de Consultores de Centroamérica y El Caribe, CONDECA. Presenciando el ingreso de la Tercera Generación Familiar a la empresa.
Don Emilio, de 65 años, es un incansable emprendedor que continuamente se está formando y que pasa 24/7 pensando en nuevas líneas de negocio que hagan aún más robusta su empresa, consolidando el Grupo CONDECA e ingresando a nuevas líneas de negocios como el Outsourcing.
Graduado de licenciatura en Marketing, posee un posgrado en Planeación de la Calidad con ISO 9000 y otro en Seguridad y Desarrollo Nacional, también un diplomado Internacional en Manejo de Juntas Directivas y Gobierno Corporativo y una maestría en Consultoría Empresarial, con estudios en empresas y conglomerados familiares, gestión de riesgos y seguros.
Además, ha sido docente universitario, facilitador en procesos de formación profesional continua, consultor, escritor y conferencista internacional. Su libro Manos a las Ventas se publicó en enero de 2015, se vende en varios países de Latinoamérica y es un manual en talleres de marketing.
Antes de fundar CONDECA, don Emilio había trabajado por muchos años en la industria aseguradora de El Salvador, Estados Unidos y Canadá, ocupando posiciones desde Agente de Seguros, Supervisor, Jefe de Ventas, Gerente Comercial y Gerente de país y tenía una carrera exitosa. Había pasado de ser agente de seguros a puestos gerenciales y apoyado por su esposa y sus hijos, se sintió listo para dar el paso y fundar su propio emprendimiento.
Reconoce que el crecimiento fue espontáneo y rápido lograron una fiel cartera de clientes que los ha acompañado a lo largo de estos 25 años. Pero también hubo tropiezos y miedo, sin embargo, rendirse no estaba en sus planes.
“Sí hubo miedo en la medida en que se va terminando la disponibilidad inicial del negocio. Reconozco que hubo desaciertos. En primer lugar, los flujos no nos cuadraron. Nos pusimos a comprar tecnología, mobiliario, etc. Y no veíamos el retorno, comenzamos a sentir el ahogamiento, vendimos un carro, una casa y la idea era mantener el efectivo para que la empresa siguiera”, cuenta don Emilio.
El asegura que, pese a los altibajos, persistiendo y luchando lograron vencerlos. “Nunca pensé en dar un paso atrás, porque nos habíamos puesto la firme convicción de que eso nos iba a dar un salto de calidad en nuestras vidas familiares y ahora lo reconocemos, pero sí, en más de algún momento flaquearon las fuerzas y las esperanzas, pero la persistencia es clave”, insistió el empresario.
Desde el principio, la estrategia fue la atención de cuentas corporativas y eso es lo que han venido haciendo durante 25 años, las empresas se atienden integralmente. Ofrecen seguros de vida, de salud, personales, de bienes, fianzas y más, aunque también atienden cuentas de personas particulares.
Hoy CONDECA posee una nómina de empleados calificados, competentes, confiables y honrados en cada una de sus líneas de negocios, seguros y fianzas para la industria, comercio y servicios; Consultoría empresarial; Capacitación y Outsourcing para empresas y organismos internacionales.
El empresario dice que sus socios colaboradores, y el esfuerzo de sus hijos mantuvieron la empresa a flote y la hicieron crecer, sin olvidar la preferencia de sus clientes, pero la fuerza principal siempre vino de Dios.
“El éxito está en poner nuestros esfuerzos, nuestras luchas, nuestros sueños en las manos de Dios, porque siempre en los mejores y peores momentos hemos doblado rodillas para agradecerle, por el reto que nos manda, o por el premio “, dice convencido.
Además, el empresario destaca que el elemento diferenciador y que los ha hecho incluso regionalizarse- están en Honduras, Guatemala, Costa Rica y México- es la alta fidelidad que le muestran a todos nuestros clientes, no importa si es pequeño, mediano a grande.
Las otras líneas del negocio
Aunque iniciaron como una empresa que ofrecía intermediación en seguros, pronto el emprendedor entendió que había más líneas de negocio para explorar. Sus hijos habían crecido y el mayor, Julio se hizo cargo de la parte de seguros y don Emilio comenzó entonces la segunda línea de negocio, la consultoría.
“En un principio hacíamos consultoría multicontenido, porque teníamos una cantidad grande de consultores asociados a la firma, llegamos a tener 25 a 30 consultores, levantamos esa línea de negocio, pero poco a poco fuimos encontrando nuestro nicho, nos fuimos focalizando en temas relacionados con mercadeo, ventas y servicio al cliente, incorporamos el libro Manos a la Venta, que yo escribí, como parte del paquete”, explica.
Más tarde crearon ya como grupo CONDECA, la línea de formación continua, que es de capacitación a empresas privadas de manera directa o a través de Insaforp en una variedad de temáticas que se adaptan a los requerimientos de todo tipo de compañías. Hoy poseen una planta de 20 consultores asociados liderados por don Emilio.
En 2020 cuando llegó la pandemia, el empresario reconoce que, aunque ya habían explorado la parte no presencial, ese fue y sigue siendo el reto principal para el grupo CONDECA, prepararse aún más para la virtualidad, que es vital para todas las líneas de negocio que poseen.
Don Emilio es ahora el presidente de CONDECA, su hijo Julio Ernesto es el director ejecutivo y el menor, Emilio Junior, el gerente de operaciones. Pensar en grande, también ha sido una de las estrategias de esa empresa.
“Yo siempre imaginé que íbamos a llegar más lejos que donde estábamos. Siempre soñé en grande. Ahora nos hemos pasado a la virtualidad. Es un mundo diferente, lleno de oportunidades, pero hay que estar preparado para eso, no solo en tecnología, se llega a más gente y es más experimentada y viajada hay que prepararse para eso”, insiste.
El empresario también trabaja en dos nuevos proyectos de negocio y en la redacción de su segundo libro que versará sobre los sueños, mismos que él junto a su familia han alcanzado a fuerza de fe, perseverancia y mucho esfuerzo. Convencidos que “La excelencia es un estado de conciencia, de la más alta y pura, plena de satisfacción y vamos por más” , dijo don Emilio.