Cristina Goodall es mercadóloga y madre de tres hijos y ofrece un emprendimiento por medio del cual enseña a sus clientes a organizar y reutilizar todo lo que poseen en sus hogares o empresas. Aplicando la optimización de espacios, fomenta hábitos de vida que llevan al orden de las cosas materiales y de la vida.
Redes sociales: Cgoodallsv
¿Quién no ha extraviado alguna vez el par izquierdo de una calceta, unas tijeras o una herramienta de jardín? Aunque la mayoría estamos convencidos de saber dónde están las cosas, a menudo perdemos objetos de uso cotidiano.
Cristina Goodall madre de dos niñas de 13 y 11 años y de un varón de 9, lo sabe perfectamente y a diario enseñar a sus pequeños a organizar cada objeto. “Basta colocarlo en el sitio que le corresponde siempre y no volverá a perderlo”, advierte.
Ella se reconoce como una apasionada por el orden, que clasifica y organiza por categorías la mayoría de sus bienes materiales y que ha aprendido que, al hacerlo, obtiene grandes beneficios.
La emprendedora que en plena crisis por la pandemia se vio obligada a cerrar una tienda de calzado infantil que llevaba administrando por poco más de cuatro años, encontró en esta su pasión por ordenar, una oportunidad para emprender.
Primero comenzó en casa, luego ayudó a su madre a clasificar la bodega y más tarde, fue contando a amigos y familiares los beneficios de pasar del caos, al orden.
Aunque comenzó a ofrecer sus servicios de space management (manejo de espacios) desde 2020, fue en enero de 2021 que creó oficialmente su emprendimiento al que bautizó como Cgoodallsv, por medio del cual ofrece organización de cualquier espacio del hogar o de una empresa. También brinda el servicio en la realización de inventarios y apoyo en logística a las empresas que lo requieran.
“Ofrezco un servicio en el que enseño a la gente a organizar espacios y cosas, llego y les doy recomendaciones, le ayudo a ordenar la bodega, la cocina, el jardín, los roperos, lo que deseen”, cuenta.
Ella asegura que no se trata de desechar todo lo que la gente tiene, sino en primer lugar, inventariarlo y luego tomar cualquiera de las cuatro decisiones: Botarlo, quedárselo, venderlo o regalarlo.
“Yo lo que hago es sacar a la gente de su zona de confort, que aprendan que si un recipiente por ejemplo es para guardar especies, se puede usar para muchas cosas más y explicarles eso, enseñarles que a veces no es una gran inversión la que tienen que hacer para ordenar, sino que sepan comprar y qué comprar, y sobre todo que puedan reutilizar lo que ya tienen”, añade.
Ella trabaja bajo la premisa de que en ocasiones se pueden reutilizar objetos que han estado guardados para otros usos que la gente ni siquiera imaginaba, así que también aplica el reciclaje.
La emprendedora asegura en estos meses que ha ofrecido su servicio ha descubierto la sorpresa de sus clientes que ni siquiera sabían que tenían ciertas cosas y del nuevo uso que se les puede dar, con ingenio y un poco de creatividad.
Ayudarles y diseñarles por temática, color o categoría, la optimización de espacios, ha facilitado a muchos de sus clientes beneficios tales como reducir el estrés, tener más salud, aprender a vivir con lo necesario, tan importante en tiempo de crisis y valorar todas sus posesiones.
Cristina ofrece sus servicios a personas particulares y a empresas a través de sus redes sociales y poco a poco se va abriendo mercado, incluso la han contratado empresas como Hugo To Go, a quienes ha podido montarles todas sus tiendas y apoyarlos en el tema de logística.
“Todo se puede ordenar y organizar” insiste, por eso anhela que la empresa vaya creciendo tanto en clientes como en reconocimiento y con ello generar empleo.
También proyecta tener un espacio para dar conferencias y consejos, lanzar productos que ayuden a organizar objetos que faciliten a la gente el trabajo de organizar y enseñarle los múltiples usos que puede tener.
“Espero que sea una empresa que no solo ofrezca el servicio, sino que aconseje a empresas y personas a que se puede tener un orden y logística de todo, inculcar esa cultura del orden, que sí se puede bajar el estrés que produce el caos. No solo el orden material sino el orden de vida”, dice.