Natalia de 30 años creció en el mundo de los seguros debido a que su mamá es una especialista en el tema y desde niñas, la llevaba a ella y a su hermana a aprender del rubro. Así que la creación de su emprendimiento fue un paso espontáneo en su vida.
Instagram formaseguros.sv
Natalia Carranza logró hacerse de una cartera de clientes mucho antes de montar su propio emprendimiento en 2018, FORMA-Asesoría en Seguros y Jurídico.
Aunque de adolescente le incomodaba acompañar a su madre- Ana Miriam de Carranza, una reconocida asesora de seguros– y ayudarle con tareas que iban desde enviar faxes, hasta archivar o sacar copias y más tarde, también conquistar clientes. Hoy de adulta y como mamá y emprendedora, dice que esos días, que atesora en su memoria, obtuvo grandes lecciones de vida.
“Ahora puedo decir que la mejor herencia que pudo darme mi mamá en vida es conocer este rubro porque siento que es ayudar a otras personas, además mi mamá, al hacernos trabajar nos enseñó el valor del dinero, a ganarlo al hacer pequeñas tareas y me parece que es algo espectacular, porque a los hijos se les trasmite el valor del trabajo honesto y que las cosas cuestan y cuando uno se esfuerza se logra alcanzar sueños y metas”, explicó la joven.
Natalia dice que esas lecciones le hacen creer que esforzándose podrá lograr lo que quiera. “Yo estoy en el punto que sigo soñando en grande y estoy por cumplir uno de mis grandes sueños que es abrir una oficina que en un futuro podría ser una correduría de seguros. Mi mamá siempre me decía el límite es el cielo y vos podés llegar donde querrás”, cuenta emocionada.
Emprendedora que ayuda a emprendedores
Natalia es licenciada en administración de empresas, está casada y madre de Sofía de dos años y es además una consultora de seguros autorizada por la superintendencia del Sistema Financiero y es por supuesto, también emprendedora.
Ofrece todo tipo de pólizas, las de vida, salud y autos, las más populares, pero también para pequeños y medianos empresarios, pymes, un mundo que también conoce de cerca porque producto de la pandemia muchos de sus amigos perdieron sus empleos y optaron por emprender y ella misma está inmersa en ese mundo.
Natalia confiesa que no es fácil sostener un emprendimiento, sobre todo porque en muchos casos está invertido no solo los ahorros sino todo un proyecto de vida, por eso promueve las pólizas para proteger bienes y locales de los emprendedores.
La joven está consciente que tener un seguro todavía no es un práctica o cultura arraigada en los salvadoreños, pero cree que sí hay mercado y cada vez más gente optando por estos productos.
Para ella es fundamental que la gente conozca el producto que está pagando y los beneficios que este ofrece y en el caso de los emprendedores es importante, dice, que conozcan que hay opciones adaptadas a cada necesidad y rubro.
Por ejemplo, explica que algunas aseguradoras ofrecen incluso pólizas para los que tienen servicio de delivery, que protegen mercadería y también al motociclista.
“Los seguros para Pymes son productos esenciales para emprendedores. Es un mercado poco explotado, pero está adaptado a diferentes giros, restaurantes, venta de ropa, zapatería, y otras necesidades y lo importante es que van a cubrir lo que se ha invertido”, explica.
Aunque trae beneficios que la marca esté registrada, no es un requisito, explica la joven, solo se requiere que el pequeño o mediano empresario quiera proteger sus productos (desde artesanías hasta maquinaria), local alquilado o propio, y se someta a un valúo de estos, que determinará el monto de la póliza, entre otros requisitos.
Para aquellos que no tienen local, ella explica que se puede asegurar solo la mercadería por ejemplo por robo, que cubren hasta un 40% del total. También protegen maquinaria, tan importante sobre todo para los artesanos.
La joven empresaria explica que los planes de seguro para pymes o emprendedores pueden ir desde los $25 hasta los $100 mensuales, dependiendo del tamaño del emprendimiento, pero son soluciones financieras que deben considerarse una inversión, insiste.
Natalia, que trabaja con todas las aseguradoras del país, dice que su labor se centra en orientar a sus clientes, grandes o pequeños empresarios sobre los productos que más les convengan,
“FORMA, asesoría en seguros y jurídico, actúa como intermediario, ofrece asesoría. Viene un emprendedor y me cuenta lo que necesita, yo investigo sus necesidades y le envío propuestas con diferentes opciones y así vamos comparando con el cliente para que él tome la decisión de cuál aseguradora elegir”, explica.
La joven que muestra un entusiasmo por este rubro en que ha estado inmerso toda la vida, sueña con montar su propia correduría de seguros, y dar empleo a más personas, sobre todo mamás emprendedoras. “Yo quiero montar mi oficina física, y lograr pronto tener una organización más grande para compartir conocimiento, apoyar más gente con lo que he aprendido y crecer”, concluye.