El Salvador debe prepararse para una nueva administración, advirtió René León, exembajador de El Salvador en Estados Unidos, en un conversatorio organizado por ANEP.
El sector privado debe unirse en una sola voz y diseñar estrategias que incluyan temas de comercio exterior, migración, entre otros y presentarlo en conjunto a la nueva administración que llegue a los Estados Unidos, detalló René Leon, exembajador de El Salvador en los Estados Unidos y con más de 25 años de carrera en comercio internacional, política económica, diplomacia y más.
El economista que participó en el conversatorio “Implicaciones de las elecciones de los Estados Unidos para El Salvador” organizado por ANEP detalló qué podríamos esperar para el país y la región ante la llegada de un nuevo inquilino a la Casa Blanca.
“Tenemos que hacer un mapeo de stakeholders (personas de interés) en el nuevo gobierno de los Estados Unidos, tenemos que hacer un análisis de las amenazas y las oportunidades. Hay que identificar quiénes son los aliados y diseñar un plan para poder incidir en el Congreso”, explicó León.
El diplomático también dijo que hay temas transversales que nos importan como nación y por ellos hay que apostar. “Hay temas urgentes que permitan hacer funcionar los negocios en Centroamérica, desde la infraestructura aeroportuaria, el manejo de las Aduanas, la facilitación del comercio entre los países, la introducción de vías de comunicación, entre otros”, explicó.
El exembajador advirtió que la región, específicamente los países del triángulo norte – Guatemala, El Salvador y Honduras- deben trabajar y presentar estrategias en conjunto, porque sin importar el presidente que elijan los estadounidenses, este diseñará proyectos regionales no a nivel de país.
Los posibles escenarios
Sobre Joe Biden quien se convertirá en el 46º presidente de los Estados Unidos de América.
René León afirmó: “Un gobierno de Biden es más positivo en esta coyuntura que está viviendo el país, con las amenazas que tiene, es más beneficioso que un gobierno de Trump”, expresó.
León hizo referencia a que Biden es el primer candidato a la presidencia de Estados Unidos que incluye en su plan de gobierno una alianza para la prosperidad y la seguridad de Centroamérica, enfocada sobre todo al triángulo norte.
El plan, se diseñó a principios de octubre luego de una extensa discusión en la que el diplomático participó y que reunió a unas 300 personas, entre ellos asesores de política exterior para América Latina del exvicepresidente Biden, entre los nombres más conocidos estuvo la exembajadora de los Estados Unidos para El Salvador, Mari Carmen Aponte .
Según Leon la Alianza tiene cinco pilares importantes, en el económico Biden está ofreciendo invertir en la región en los primeros cuatro años de gobierno, $4,000 millones de dólares, mil millones por año, en proyectos de apoyo al desarrollo.
“Serían proyectos con énfasis en grupos vulnerables para superar la pobreza y generar condiciones de oportunidades económicas y para, de alguna manera, frenar de manera positiva la migración indocumentada del triángulo norte hacia Estados Unidos”, explicó.
Además de esto, Biden promete contribuir a eliminar las barreras que tiene la inversión y los obstáculos transnacionales a esta en la región. Promete- entre otras cosas- invertir para mejorar el clima de negocios, promover más alianzas público privadas en proyectos de infraestructura, entre otros temas.
El plan también tiene otro punto importante, el combate a la corrupción. “Ese programa va a llevar un apartado de sanciones para funcionarios corruptos, Estados Unidos les va a quitar las visas, les va a congelar activos, los va a poner en la lista negra del Departamento del Tesoro, les va a confiscar cuentas bancarias y básicamente va a poner medidas punitivas…”, detalló el economista.
La Alianza diseñada por el equipo de Biden también incluye el refuerzo de una unidad anticorrupción en cada una de las embajadas del triángulo norte y una oferta de capacitación y de recursos para las fiscalías de cada país.
Además agrega un apoyo a la institucionalidad democrática de los países del triángulo del norte, un punto clave para El Salvador.
“Hay una señal bastante clara en el plan que Estados Unidos no va a admitir medidas autoritarias, va a exigir respeto a la Constitución, va a exigir respeto a los pronunciamientos y a las sentencias de la Corte Suprema de Justicia y lo hace con dedicatoria especial a El Salvador, no va a permitir el regreso al militarismo o tomarse la Asamblea Legislativa con la Policía y el Ejército”, detalló el diplomático.
También se añade iniciativas a largo plazo a la recuperación económica poscovid, en el caso de El Salvador a través de proyectos de apoyo a la competitividad, a la creación de empleos y a aumentar no solo la generación de fuentes de trabajo sino que el país pueda incorporarse a cadenas mundiales de valor, sobre todo aprovechando al máximo las oportunidades que brinda el Tratado de Libre Comercio.
En el tema migratorio Biden ha prometido una reforma integral, uno de los aspectos más positivos de la estrategia y que tiene en vilo a más de 195,000 salvadoreños amparados en el Estatus de protección Temporal (TPS) que vence el próximo 4 de enero.
La región debe unirse y prepararse con estrategias en conjunto que atraigan la inversión y reactiven las economías, concluyó el diplomático.