La industria textil y de confección es una de las más fuertes y sólidas de El Salvador, representa el 36% de las exportaciones totales del país y casi la mitad del total de los empleos que se generan en todo el territorio.
Aunque cerrará el año con pérdidas, el sector sigue fuerte y dispuesto a aprovechar sus fortalezas para contribuir a la reactivación económica.
“Somos una industria verticalmente integrada”, así la define Patricia Figueroa, directora ejecutiva de la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador (Camtex).
La ejecutiva explica que la industria está sostenida en dos bastiones importantes: el cluster o cadena de algodón – con sus productos clave, las camisetas y la ropa interior de hombre y de niño-y el cluster sintético.
Este último surgió a partir del Tratado de libre comercio con Estados Unidos (CAFTA-DR, por su siglas en inglés) que permitió que El Salvador estableciera una cadena de empresas con capacidad de producir hilos o telas sintéticas con alto valor agregado, que se exportan a toda Centroamérica.
Pero además de telas, hoy se produce ropa deportiva de alto rendimiento de marcas de gran prestigio como Adidas, Nike, Under Armour, Puma, entre otras.
Según la directora de Camtex la industria tiene un enorme potencial porque se desarrolla con la más alta tecnología y calidad.
“Estamos hablando de servicios de mucho valor agregado, patrón tridimensional, sublimación, bordado, o sea es producto de muchísima calidad, lo que llamamos el paquete completo, no solo lo que se conocía antes que era la maquila. Somos una industria con grandes oportunidades de crecer”, explicó.
Camtex que nació en 2005, está integrada por 110 socios, nueve empresas textileras, las más grandes del país, 70 dedicadas a confección y más de 30 compañías de apoyo a estos sectores, además de la zona franca, que en total representan más del 90% de las exportaciones totales que hace la industria.
Camtex a través de sus socios genera unos 79,000 empleos directos (se perdieron unos 6,500 en la pandemia) y la industria textil representa el 36% de las exportaciones totales de El Salvador, cayó diez puntos porcentuales, debido a la crisis de este 2020, sin embargo, el sector continua siendo uno de los pilares más importantes del comercio exterior de El Salvador.
De acuerdo a la directora ejecutiva de la gremial, El Salvador es el décimo proveedor de prendas de vestir de Estados Unidos, su principal mercado con un 72% de lo exportado. El sector también exporta a más de 50 países entre ellos a todos los países de Centroamérica, Bélgica, Canadá y Corea.
Sin embargo, la licenciada Figueroa insiste en que el talento y la calidad de los productos que se hacen en el país facilitan un mayor crecimiento, sobre todo para atraer nuevas inversiones y nuevos nichos, ya que en los últimos diez años, si bien las plantas ya instaladas han invertido en ampliación, no se ha logrado la llegada de nuevas empresas, a excepción de una compañía con capital italo-peruano.
“Nos falta inversión nueva y eso es importante, tiene que ver con mejorar la facilitación del comercio pero sobre todo con tener una estrategia focalizada dirigida a la promoción de inversiones hacia afuera, que es algo importante que el país tiene que desarrollar, ya hay pláticas de cómo se hace aun en medio de toda esta crisis para potenciar lo que ya se tiene pero también para atraer nuevas inversiones”, dijo.
“Hay una oportunidad de atraer las empresas de Estados Unidos que estaban en China y en Asia pero hay que trabajar en todos estos procesos, facilitación del comercio, unión aduanera, todos estos temas que hacen una diferencia. En temas de infraestructura tenemos grandes retos, la mayoría de las empresas nuestras están en el occidente, está el tema de (la carretera) Los Chorros, tenemos que continuar trabajando estén todo esto”, agregó.
“El reto es mantener la predictibilidad”
La directora de Camtex asegura que a partir de que se permitió el reinicio de actividades se comenzó a ver una recuperación de la industria textil, sin embargo estima que al cierre de 2020 se habrán perdido un 20 a un 25% de las exportaciones, lo que se traduce en unos $500 millones de dólares menos respecto a 2019.
De acuerdo a los datos del Banco Central de Reserva y citados por la directora ejecutiva de Camtex, debido a la crisis por la pandemia en este momento el sector representa el 36% del total de las exportaciones del país, ha decrecido en un 10%.
“Este bajón obedece al entorno mundial, a la pandemia, a las cancelaciones de órdenes, a los cierres y somos afortunados porque solo ha sido un10%. Los datos a septiembre en 2020 indican que hemos exportado 1,295.5 millones de dólares, en 2019 en el mismo periodo fueron 1,994.3 millones, llevamos 700 millones de dólares menos”, explicó.
Respecto al empleo, a agosto 2020 se tiene registrados a 72,889 trabajadores en la industria, 6,500 menos de lo que tenía a inicios del año, pero la empresaria cree que pese a los números, el sector saldrá adelante.
“La industria en este momento tiene que mandar el mensaje de que el entorno en que operamos es predecible, que estamos abiertos, que estamos dando cumplimiento a todas las medidas de bioseguridad y por ende aunque hubiese un nuevo brote podríamos permanecer abiertos, eso es muy importante para los compradores, porque ellos van a estar evaluando quiénes de sus suplidores son predecibles, aunque sabemos que estamos en un entorno complicado”, explicó
Para Patricia Figueroa es importante continuar fortaleciendo la relación gobierno-sector privado y mejorando los temas de Aduana y la facilitación del comercio en general.
Para la directora de la gremial la pandemia dejó varios aprendizajes para la industria, uno de los más importantes fue que debe prepararse con respuestas ágiles y rápidas y ser capaz de reconvertirse ante los cambios que la crisis planteó.
“La pandemia nos mandó una lección y es que hay que tener siempre esa capacidad de ajuste y de reinvención si uno quiere permanecer a flote y en ese sentido yo creo que la industria si ha hecho muy buen trabajo, no parar en la búsqueda de oportunidades, de tratar de mantener al personal empleado, motivado, buscando las alternativas de cómo relacionarse en un mundo sin un canal como lo conocíamos antes”, expresó.
Según la ejecutiva, muchas de las empresas textiles apostaron de manera temporal por la producción de mascarillas, gabachas, guantes y más, lo que permitió algo de fluidez, pero la reconversión en el caso de El Salvador fue temporal y Camtex apoyó a sus agremiados con capacitaciones de cómo cumplir con los requerimientos de Estados Unidos.
Para la ejecutiva de Camtex, la industria y el país tienen desafíos importantes para reactivar y dinamizar la economía, pero la unión de todos es vital para salir adelante.
“Es importante que como país nos sumemos todos los actores en pro de una reactivación económica que vaya dirigida a la generación de empleo, que se necesita tanto en este país, y que haya un trabajo en conjunto que permita que la industria y las otras ramas vayamos teniendo frutos, en la medida que demos un esfuerzo conjunto y logremos mandar un mensaje a los socios afuera de predictibilidad, de certezas y de seguridad, saldremos adelante”, concluyó.