Ing. Conrado López Andreu
Presidente de la ANEP en el periodo 1982-1985.
A sus 84 años el ingeniero Conrado López Andreu se considera afortunado de haber pertenecido a la junta directiva de la ANEP. Su gestión ocurrió en medio del conflicto armado y asegura que solo la unidad del sector privado los mantuvo a flote.
¿Qué significó para usted ser presidente de la principal gremial empresarial del país?
Primero fue una sorpresa agradable y una gran responsabilidad. Quienes hemos estado a la cabeza de la ANEP, los anteriores, los presentes y los que vengan, deben ser la fortaleza del sector privado.
Para nosotros la clave fue la unión de la empresa privada para poder así manifestarnos y pudiéramos incidir para tener un país libre donde todos pudiéramos y podamos expresarnos con un respeto mutuo y un respeto a las leyes de la República.
Recuerda alguna anécdota particular que lo marcó durante ese periodo
Sí muchas. En ese periodo la presidencia era de la Democracia Cristiana, el Ingeniero (Napoléon) Duarte y por otro lado, la izquierda radical manejada por el partido comunista que era un enemigo acérrimo para las libertades, había mucha violencia. Un día estábamos reunidos en la Cámara de Comercio, el doctor José Antonio Rodríguez Porth, el doctor Abelardo Torres, que fue ministro de Economía, el doctor Nelson Segovia, el doctor René Fortín Magaña y Hugo Barrera, estábamos comentando los sucesos y escuchamos un estruendo y pensámos ¿A quién le habrá llegado su hora? Y casi que fue a nosotros, la bomba estalló en el sótano, si hubiéramos estado ahí, no estaríamos contando la historia. Las cosas se manejaban con llamadas telefónicas, bombas, amenazas, momentos sumamente difíciles y delicados, esa fue la época en la que dirigí la Anep, pero salimos adelante.
¿Qué rol jugaba ANEP en esos tiempos de reconstrucción del país, qué compromisos adquirieron y aportaron a ese plan de país?
Tuvimos tiempos complicados porque trataron de formar otra ANEP paralela a la nuestra, pero no lo lograron, porque la cohesión de la empresa privada fue mucho más fuerte y nosotros teníamos la característica de que enfrentábamos las cosas con la verdad y buscamos que el país fuera adelante, la cohesión que había logró revertir esas ideas, que eran para destruir la ANEP.
En otros periodos han ocurrido situaciones semejantes y muy recientemente han estado con esas ideas, pero la defensa de la libre empresa a través de ANEP es necesaria y es importantísimo para que el país se desarrolle, nosotros defendemos las libertades, eso es lo que hacemos.
¿Recuerda estrategias particulares que les ayudaron a mantenerse fuertes en esos tiempos tan colvulsionados?
Era bien difícil, porque los recursos de la empresa privada se minimizaban por la violencia que había. Las inversiones no podían realizarse en la forma planificada, había muchos secuestros y también amenazas y también muertes. Murieron varios empresarios que todavía recordamos con mucho cariño y que nos hicieron una gran falta, como el presidente de la Cámara de Comercio don Nicolás Násser, entre otros.
Pero como dije al principio, la fuerza la logramos manteniéndonos unidos.
¿Qué nivel de polarización y capacidad de consenso había en ese entonces entre los sectores políticos y el sector privado?
Un nivel complicado de polarización. Nos tocó ser casi como un partido político, ARENA no existía, había que tener una oposición, porque había un gobierno que estaba tratando de frenar las libertades al grado de hacer una Reforma Agraria que fue un fracaso enorme que todavía resentimos.
Debimos haber fortificado la agricultura con una visión enorme, éramos de los principales productores de café y de un algodón muy fino y que tenía un mercado preferencial en el mundo, por la forma en que se desmotaba y se clasificaba, había una producción importante de algodón. La tierra y la producción se vio afectada hasta hoy día.
Cómo esa reforma hubo otras que también afectaron la economía del país
Sí, desafortunadamente no hay forma de justificar la Reforma Agraria, la Reforma Bancaria, la reforma de la exportación del azúcar y el café que frenaron el crecimiento económico en gran medida.
Ingeniero, viendo hacia el futuro ¿Desde su perspectiva, qué desafíos enfrenta hoy el sector privado y cómo puede aportar a la recuperación económica y a un mejor clima político?
Me vienen a la memoria recuerdos anteriores de lo que está sucediendo hoy. Nunca imaginé que podríamos llegar a un gobierno irrespetuoso a la Constitución, irrespetuoso a todos los poderes, estamos en una situación que no sabemos qué va a ocurrir mañana, y el mañana siempre es importante para la producción, para la inversión, para la economía.
Se invierte si se tiene seguridad jurídica, vamos adelante, pero tiene que haber un clima claro donde se expliquen las cosas como son, como se proyectan, tiene que haber un gobierno transparente y no se ve. Piden cuentas y pareciera que no existen las cuentas y eso es una situación que da a pensar que algo anda mal.
¿Y los retos que enfrenta el sector privado ingeniero, cerrando este año tan difícil?
El principal reto que tenemos en mantener la unidad del sector privado para lograr evadir que se menosprecie la forma en que este sector se maneje, es decir tiene que haber una prudencia enorme en respetar los derechos de los demás, respetar la Constitución, las Leyes de la República y darle al sector privado la seguridad de que su inversión va a ser respetada y así poder invitar a empresarios externos para que vengan y nos ayuden a desarrollar el país.
Atraer inversión es clave para levantar al país, sin duda
Definitivamente y debemos atraerla con confianza. Esperemos que haya un retroceso a los errores que se están cometiendo, porque todo indica que vamos hacia el abismo. Yo veo con gran preocupación el futuro.